Las grandes corporaciones globales de tecnología digital se han ido convirtiendo con el pasar de los años en el cerebro que controla todos los sectores y aspectos de la economía mundial. Lo que nació con el rol de conectar a los actores y actividades en sus plataformas de comunicación hoy es la mina de oro que provee cuantiosas ganancias a los principales conglomerados de Internet, quienes se apropian de los datos de los usuarios para, una vez procesados, venderlos como productos a las empresas interesadas en esta inteligencia mundial.
La esfera digital atraviesa hoy transversalmente toda actividad, basada en un recurso tecnológico que se ha convertido en esencial. No obstante, lejos de servir al común, con la concentración de los servicios y el propósito de lucro y control, se ha transformado en un espacio de explotación y vigilancia masiva
Es difícil explicar a aquellos que no lo vivieron, cómo era nuestro mundo al inicio del milenio, dos décadas atrás, cuando la tecnología digital aún estaba en pañales, y la luz de la esperanza se prendía detrás de la consigna de “otra mundo es posible” en la lucha contra el neoliberalismo y la globalización capitalista.
La cancillería argentina depositó ante el secretario General de las Naciones Unidas, en nombre del Gobierno nacional, el instrumento de ratificación del denominado “Acuerdo de Escazú”, el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe, lo cual posibilitará una mejor defensa de los ecosistemas y la participación ciudadana en la toma de decisiones que afecten el medio ambiente
NODAL dialogó con José Miguel Insulza, senador chileno y exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien analizó cómo podría ser la política de Biden hacia la región
Si bien nadie puede llamarse a engaños, porque seguramente la nueva administración estadounidense del octogenario “demócrata” Joe Biden continuará utilizándola para proteger sus intereses e imponer sus estrategias, abre un signo de interrogación sobre la continuidad del más que cuestionado secretario general de la OEA
El feminicio político contra Berta Cáceres es el resultado de un modelo racista, patriarcal y extractivo que sigue perpetuando la criminalización contra las y los defensores de los espacios colectivos vivo