A 200 años de la doctrina Monroe y de sus crímenes de lesa humanidad
Manifiesto a los pueblos del mundo: “De la América para los americanos a la América plurinacional de los pueblos”
RUNASUR
Domingo, Diciembre 3, 2023

MANIFIESTO A LOS PUEBLOS DEL MUNDO

“DE LA AMÉRICA PARA LOS AMERICANOS A LA AMÉRICA PLURINACIONAL DE LOS PUEBLOS”
A 200 AÑOS DE LA DOCTRINA MONROE Y DE SUS CRIMENES DE LESA HUMANIDAD

El 2 de diciembre se cumplen 200 años de la declaración de la Doctrina Monroe, resumida en el dictado “América para los americanos”. Mediante esta formulación, las élites estadounidenses determinaron que el continente de Abya Yala les pertenecía exclusivamente a ellas. En estos últimos siglos ha quedado claro que el capitalismo y su gendarme imperial no pueden vivir sin explotar recursos naturales ajenos y tampoco pueden hacerlo sin guerra.

Mientras transitamos hacia un ciclo multipolar y multicéntrico con la competencia de potencias que desafían la unipolaridad occidental, como es el caso de los BRICS y en particular de China y Rusia, EEUU pretende caprichosamente que los pueblos del Sur frenemos este proceso y nos auto condenemos a seguir siendo sus esclavos. A esta ambición imperial los pueblos de la América Plurinacional decimos que la historia de sumisión terminó en nuestra Patria Grande. En la medida en que EEUU pierda hegemonía, nuestros pueblos ganan en libertad genuina, en expansión democrática y popular y en la consolidación de sus derechos.

Nos toca a los pueblos del mundo, a los explotados de la tierra, frenar esta vorágine de injusticia, violencia, desigualdad, carencias estructurales, desorden y acumulación desmedida. No solo es una responsabilidad histórica, es también un desafío existencial.

I. LOS CIMIENTOS DEL NUEVO COLONIALISMO

La formación del capitalismo así como su conversión en imperialismo a lo largo del siglo XX y XXI se ha sustentado en el exterminio de los pueblos indígenas y en la apropiación de sus territorios. Involucró también la esclavización de poblaciones de origen africano, la apropiación de nuestra riqueza y explotación de mano de obra barata.

El continente de Abya Yala ha albergado culturas milenarias que generaron sabiduría, tecnología, arte y ciencia. Este proceso histórico fue interrumpido violentamente por la invasión de los europeos que llegaron con la cruz y la espada un 12 de octubre de 1492.

La Doctrina Monroe guarda una línea de continuidad con aquel genocidio ejercido por los conquistadores europeos contra los pueblos indígenas. Fue planteada en 1823 por John Quincy Adams, Secretario de Estado del gobierno de los EEUU, y se resume en la frase “América para los americanos”. De esta forma, declaró que cualquier intervención europea en el continente americano sería considerada como una agresión contra los EEUU. Fue hecha pública por el presidente James Monroe con el propósito de justificar su propia expansión territorial y comercial en desmedro de los pueblos del Abya Yala, tierra vista como el patio trasero de EEUU.

Posteriormente, Roosevelt justificó las intervenciones de su país en los asuntos internos de las naciones latinoamericanas con la excusa de defenderlas. Sin embargo, en 1982 EEUU avaló la invasión de Inglaterra a la hermana República de Argentina con el fin de reocupar el territorio de las Islas Malvinas. Esto deja al descubierto la doble moral con la que Washington actúa según intereses. El eslogan de “América para los americanos” oculta su verdadero propósito: “América para los Estados Unidos”.

II. NEOCOLONIZACIÓN: LA DOCTRINA MONROE Y SUS DOS SIGLOS DE CRÍMENES CONTRA LA PATRIA GRANDE

Nuestra región es la más intervenida militar y políticamente por EEUU. Con ello se ha apropiado de territorios, islas, corredores marítimos, tierras ricas en minerales y mercados. El accionar armado se desató una y otra vez sobre las islas del Caribe y las naciones centroamericanas para fijar su frontera imperial. Bajo el pretexto de la guerra hispano-estadounidense, anexó Puerto Rico, invadió Cuba y se apropió ilegalmente de Guantánamo, convertido en una base militar y centro de torturas inhumanas y crueles hasta hoy. EEUU promovió el cercenamiento de la provincia de Panamá de la República de Colombia, para luego promover la construcción del Canal y hacerse con su dominio interoceánico. Impuso por la fuerza el establecimiento de sus principales corporaciones empresariales y financieras en Haití, Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Colombia y Guatemala.

Pasada la II Guerra Mundial, EEUU impuso la construcción de dos estructuras de dominio imperial neocolonial: la política, con la creación de la OEA y la militar, con el Sistema Interamericano de Defensa. Ambas estructuras sirvieron para legitimar golpes de Estado, imponer regímenes tiránicos, reapropiarse de recursos naturales y someternos políticamente a la esfera capitalista.

Junto al dominio político y militar, EEUU impuso el dominio económico a nuestros países mediante un sistema leonino de créditos, una aparente asistencia financiera y la implementación del modelo económico de libre mercado. Toda una estructura de control económico para provocar dependencia, atraso, pobreza e impedir el desarrollo de nuestros pueblos. Las instituciones financieras como el FMI, el BM y el BID operaron como verdaderas maquinarias de estrangulamiento económico y despojo productivo, generando deudas impagables y secuestrando nuestros mercados.

En la década de 1970, EEUU promovió el “Plan Condor”, una estructura de represión criminal multinacional en el Cono Sur. Los regímenes militares dirigidos por la CIA provocaron la desaparición, asesinato, tortura, secuestro, deportaciones y persecución implacable de miles de dirigentes estudiantiles, sindicales y políticos.

El siglo XXI es testigo de nuevas formas de dominio imperial. Bajo la fórmula de “cambios de régimen” o “guerra híbrida” se han aplicado golpes suaves, lawfare, intentos de magnicidio o golpes parlamentarios. Todo esto, con apoyo y financiamiento estadounidense a sus renovados agentes imperiales: medios de comunicación hegemónicos, iglesias pentecostales, ONG’s, universidades, partidos de derecha.

En los últimos años, desde las sublevaciones populares de Chile (2019) y Colombia (2021) el Imperio impulsa y avala nuevas formas represivas contra las movilizaciones populares. Estas incluyen disparar deliberadamente a la cara de los manifestantes para cegarlos, detenciones masivas seguidas de tortura y un uso creciente violencia sexual por las fuerzas represivas. En todo el continente hay presos políticos del Imperio como castigo hacia los gobiernos populares. Los casos del Presidente del Perú Pedro Castillo; el diplomático venezolano Alex Saab; el militante colombiano Simón Trinidad o la luchadora social argentina Milagro Sala, son algunos casos resonantes de los más de 2000 militantes populares apresados a lo largo de nuestra región.

Cuba, Venezuela y Nicaragua siguen sufriendo una guerra genocida desde hace décadas. Sobre Cuba se han desatado todas las formas de agresión inimaginables desde hace más de 60 años, bloqueo incluido. Contra el pueblo venezolano tampoco cesa la agresión, el sabotaje, el robo de activos, el bloqueo económico y centenares de sanciones unilaterales en su intento de derrotar la revolución bolivariana. Nicaragua sigue resistiendo una ofensiva política y militar salvaje interna y externamente.

III. RESISTENCIA, REBELIÓN Y VICTORIAS POPULARES CONTRA EL IMPERIALISMO

Nuestros ancestros condujeron la lucha y la resistencia al sistema colonial durante toda su existencia, perpetuando memoria y la dignidad de los pueblos indígena- originarios. Las rebeliones de los Katari, Amaru, Tumpa, Willka, Siñani y otros, marcaron hitos históricos emblemáticos de esta resistencia heroica. La campaña de resistencia de Tupac Katari fue continuada durante los siguientes siglos por Bolívar, Morazán, San Martín, Sucre, Santa Cruz, Moreno, Martí, Sandino, Perón, el Che, Fidel y Chávez y por miles de patriotas de la Patria Grande.

Los gobiernos llamados progresistas o nacional-populares, no alineados al imperialismo, derrotaron a gran parte de los socios políticos de la derecha neoliberal y a su perversa estrategia de dominio económico sostenido en el “Consenso de Washington” y en el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA). Se derrotó sucesivamente al Grupo de Lima, vocero de intereses imperiales anti venezolanos, al PROSUR, remedo del ALCA, y la alianza del Pacífico. La solidaridad latinoamericana impidió el crimen mayúsculo de la intervención militar contra Venezuela.

Algunos de estos gobiernos progresistas, a pesar de las amenazas imperiales, cambiaron la naturaleza de sus Estados, convirtiéndolos en Estados Plurinacionales o en Estados Sociales de Derecho. Se logró avanzar en la construcción de la soñada autonomía regional mediante proyectos de unidad e integración subregional y latinoamericana sin tutela del imperialismo. El excepcionalismo estadounidense está cada vez más deteriorado. La Patria Grande se ha resistido a formar parte del tablero de las guerras de occidente. Es unánime la condena en nuestra región contra el genocidio del pueblo Palestino. La condena contra el sionismo es la misma condena contra el imperialismo estadounidense y su estructura de dominio político-militar.

IV. PROPUESTAS PARA EL FUTURO INMEDIATO

Desde los pueblos indígenas originarios del Abya Yala emerge una propuesta en este nuevo tiempo. Una doctrina nacida del pensamiento ancestral y comunitario. Esta doctrina es la “América Plurinacional” de los pueblos para los pueblos. Promueve trabajar en los procesos de integración para acabar con la herencia de fragmentación perpetuada por el sistema colonial y por las repúblicas que le siguieron. Esta visión se propone transformar los Estados; pasar del estado colonial al Estado Plurinacional de la unidad en la diversidad. Se deben proponer asambleas constituyentes para cambiar la matriz de organización desde nuestro propio paradigma, orientado por la defensa de la Madre Tierra y el horizonte del Vivir Bien.

La Patria Grande es una región de paz. Desde los pueblos se avanza en forjar gobiernos con justicia social, inclusivos, redistributivos, complementarios y respetuosos con la Madre Tierra. Somos la antítesis de la militarización y de la guerra capitalista e imperial que pretende destruir la humanidad. Somos amantes de la vida, la democracia inclusiva y la protección de la Madre Tierra.

A 200 años de la aplicación implacable de la Doctrina Monroe, nuestra posición es de condena enérgica a todos los crímenes cometidos por los EEUU contra los pueblos y gobiernos de nuestra Patria Grande. Por ello, manifestamos lo siguiente:

• Rechazar categóricamente la continuidad y aplicación criminal, ilegal, genocida e imperialista de la Doctrina Monroe contra Nuestra Patria Grande.

• Fortalecer los procesos de integración de los Estados, pueblos indígenas y movimientos sociales en torno a la CELAC, UNASUR, ALBA TCP, MERCOSUR, RUNASUR, para seguir luchando por la unidad, complementariedad, identidad y solidaridad contra la codicia capitalista, la desigualdad, la agresión imperial y el proyecto neocolonial occidental.

• Seguir impulsando la construcción del proyecto de la “América Plurinacional” con la participación democrática y vigorosa del movimiento indígena, obrero, campesino y de todo el arco social que involucre a mujeres, jóvenes, organizaciones sociales urbanas y todos quienes asuman como suya la lucha anti imperial, anticapitalista y anticolonial.

• Impulsar la disolución de la OEA y de sus mecanismos de intervención neocolonial sustituyéndolos por aquellos proyectos de integración y unidad gestados desde los pueblos. De la misma manera, disolver el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). La seguridad de los EEUU es incompatible con la seguridad de nuestros Estados.

• Preservar la condición de América Latina y el Caribe como de “Zona de Paz” establecida en la Cumbre de la CELAC celebrada en Cuba en enero del 2014.

• Impulsar la disolución de toda expresión doctrinaria del “enemigo interno” que supone una antítesis de la democracia y el Estado de Derecho.

• Convocar a las organizaciones populares para rechazar la presencia e instalación de bases militares extranjeras y toda forma de injerencia de la OTAN en nuestros territorios.

• Respaldar acuerdos de cooperación económica, asistencia técnica y científica, apoyo financiero y construcción de alianzas estratégicas con las potencias emergentes extra hemisféricas.

• Promover desde la diplomacia de los pueblos la construcción de un mundo multipolar y multicéntrico que permita el equilibrio internacional, la cooperación horizontal, la estabilidad global y la solución pacífica de los conflictos.

• Apoyar la inclusión de nuestros Estados en los BRICS para que formen parte del nuevo orden económico y financiero global e impulsar la desdolarización en la Patria Grande adoptando una moneda común.

• Movilizar y organizar la resistencia popular para contrarrestar la tiranía económica y financiera encabezada por el FMI, el BM y el BID.

• Promover procesos de nacionalización de nuestros recursos naturales para impulsar proyectos de desarrollo económico, tecnológico y científico en cada uno de nuestros países.

• Detener la voraz explotación de nuestros recursos naturales por el capital transnacional que atenta contra los Derechos de la Madre Tierra.

• Promover la proscripción de la aplicación de sanciones unilaterales contra los Estados latinoamericanos, así como los bloqueos de toda naturaleza y el secuestro de activos o robo de reservas internacionales.

• Promover la Diplomacia de los Pueblos dirigida a impedir y terminar con el capitalismo de guerra y reducir el gasto militar global para destinarlo a enfrentar las múltiples crisis globales: energética, medioambiental, financiera, económica y alimenticia.

Hoy, 2 de diciembre de 2023, los pueblos reunidos en la ciudad de Buenos Aires rechazamos toda forma del imperialismo, el racismo y el saqueo estadounidense. Por la defensa de la dignidad, la vida y la libertad de la Patria Grande, decimos

¡Abajo la Doctrina Monroe, Arriba la América Plurinacional de los Pueblos!