Concluyó la plenaria sostenida entre Gustavo Petro, Luiz Inácio Lula da Silva, miembros de los gobiernos de Brasil y Colombia, la Unión Europea, la academia y la sociedad civil
La bienvenida fue dada por Álvaro Leiva, ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, quien más allá de la saludar a los asistentes, se permitió afirmar que para trazar una agenda en pro de la Amazonía es fundamental considerar la perspectiva de los pueblos que habitan dicho territorio.
Leiva fue enfático al establecer que «se debe crear un frente común y promover la integridad ambiental para la defensa de la Amazonía». El Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia dijo textualmente que debemos «cuidar nuestra Amazonía, nuestra Casa Común»
Por parte de la sociedad civil organizada, se anunciaron las conclusiones que resultaron de la reunión técnico científica del 7 de julio. Resaltaron las acciones a tomar en cuanto al acceso a Agua segura como un camino para alcanzar la seguridad alimentaria; dar un manejo de recursos con una mirada científica y ancestral; democratizar el conocimiento de los pueblos indígenas y que a su vez sea apropiado por quienes toman las decisiones.
Las organizaciones de la sociedad civil dejaron en claro la necesidad de pensar en la sostenibilidad a largo plazo, citando ejemplos como la economía a través de bonos. También, se mencionó la iniciativa de crear un fondo para inyectar recursos a la Amazonía, y que responda a la construcción de visión a futuro y un paquete de necesidades para el Bioma.
Por otro lado, se ha establecido qué los gobiernos deben involucrar a autoridades locales, departamentales y a la gobernanza indígenas en el manejo de recursos. Las organizaciones lanzaron la invitación para que la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica OTCA formalice mecanismos que les permitan la participación permanente.
Desde la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica COICA se solicitó hacer efectiva la protección del 80% de la Amazonía y considerar la participación de los pueblos indígenas, a través de procesos de consulta previa y otros espacios democratizadores. La plenaria sirvió para reivindicar el Acuerdo de Escazú y para exaltar de la bioeconomia como alternativa ante la deforestación.