Al convocar a embajadores y cónsules de su gobierno a defender a los migrantes mexicanos, el presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó la tarea de fortalecer los postulados de nuestra política exterior.
Al patio central de Palacio Nacional fueron convocados los diplomáticos, acompañados por los secretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, respectivamente, donde –a través de dos monitores– el mandatario se comunicó por circuito cerrado y les pidió no pelearse con los gobiernos extranjeros, preservar y robustecer la política exterior, reconocida por el asilo, y dar prioridad al T-MEC.
Por su parte, Ebrard externó su aprecio y lealtad al mandatario, tras asegurarle que los diplomáticos tienen clara su misión. Al concluir la reunión, en breve entrevista anunció que la semana próxima el Presidente oficializará cambios en diversas embajadas y consulados.
En el recinto histórico, los diplomáticos atendieron el mensaje de López Obrador, quien les comentó: “Estoy un poco afónico, ya saben por qué razón. Afortunadamente muy bien. No es muy dañina esta nueva variante del covid, no es como la anterior. Es un poco de ronquera y de malestar en la garganta, pero sin calentura, sin falta de oxigenación, sin dolores de cuerpo, en fin, ya es como una gripa y los médicos coinciden de que es algo pasajero, y así lo siento”.
Así extendió un reconocimiento especial a Ebrard y enunció cinco acciones básicas en materia exterior: “Proteger a nuestros paisanos migrantes frente al maltrato y la discriminación. Este año (2021) significó una entrada de remesas de más de 50 mil millones de dólares. Pero no es sólo por eso que tenemos que proteger y defender a nuestros paisanos, son mexicanos y cuentan, tienen todo el derecho de ser atendidos por su gobierno”.
También sugirió continuar fortaleciendo la integración económica “con respeto a nuestras soberanías en el marco del tratado de Estados Unidos, Canadá y nuestro país. Ya estamos viendo los buenos resultados”.
Como tercera acción, señaló: “Tenemos que impulsarlo para conseguir la integración de todos los países de América, de todos los países de nuestro continente: aprovechar muchas ventajas comparativas que tenemos ante otras regiones del mundo. Todo esto, desde luego, tiene que ir acompañado de una nueva política en toda América. Nada de intervencionismos, ni de esas medidas medievales de castigo o bloqueos a pueblos que no se someten a hegemonías”.
Sobre los principios fundamentales de política exterior ponderó la de asilo, que siempre “nos distingue y nos hace presentarnos como un país respetado, respetable; que los perseguidos de cualquier parte del mundo encuentren refugio en nuestro país”.
Entonces recomendó “procurar no pelearnos con ningún gobierno extranjero y mantener con todos ellos, y desde luego y de manera muy especial con sus pueblos, relaciones de amistad y de respeto”.