Actualmente, en el Perú la gente no quiere ver los noticieros. ¿No se quieren informar? Pues claro que sí, pero la “oferta” que encuentran día a día, hora tras hora, es de una lucha sin cuartel para derribarse el primer gobierno de izquierda, presidido por el profesor Pedro Castillo. Se suma a la agenda, la exacerbación de la delincuencia, que “vende espectáculo” y desplaza los temas trascendentes para el país.
La guerra está declarada. Liderado por el monopolio del grupo El Comercio, todos los medios de comunicación muestran las mismas noticias, el mismo enfoque y los mismos entrevistados. En vano es el esfuerzo de recorrer los canales de televisión 2, 4, 5, 8, 9, 10, 16, o los medios impresos como Gestión, Trome, Correo, Ojo, Expreso, entre otros. No hay diferencia alguna, solo matices.
El último marco es el “terruqueo” de todo aquel que se atreva a asumir cargos públicos; la renovación de cuadros políticos es un “sacrilegio”. Antes de terruquear con ventilador, también se estilaba la difamación, la intriga, la noticia tendenciosa con el consabido “miente, miente, que algo queda”.
¿Dónde quedaron los principios de la libertad de prensa y con ello, el fortalecimiento de la libertad de opinión, del rol social de los medios de comunicación? ¿La influencia del mercado lo ha desvirtuado todo?
La CONPYMAP (Coordinadora de Prensa Popular y Medios Alternativos) y la agencia de noticias PRESSENZA conversaron con Javier Torres Seoane, antropólogo y comunicador del portal La Mula sobre el decadente papel que desarrolla actualmente la prensa nacional y que, influyen en la información (o desinformación) que llega a los hogares peruanos.
De entrada, Javier Torres advierte: “Los medios de comunicación se han convertido en los últimos tiempos en los defensores de intereses de los grupos de poder de la derecha peruana. Están conformando una línea pro empresa, pero siempre tuvo esa línea, la diferencia es que hoy presentan matices antigobierno, al filo de la legalidad”.
Según el antropólogo, “los temores llevan a los medios a un cuestionamiento frontal. Antes sí hubo cuestionamiento, pero hoy, la cobertura noticiosa presenta entrevistados básicamente del espectro opositor, Canal N por ejemplo, siempre está editorializando”.
Este es un fenómeno global que se ha dado en otros lugares. Fox News por ejemplo, en la gestión de Donald Trump, además de la producción de fake news. Depende de los dueños del periódico, qué quieren hacer. El problema es que los medios pierden credibilidad, aunque hay matices, indica.
Y añade: “Entramos en una zona gris donde se dicen medias verdades, la información a medias. El mismo trabajo se hace con las figuras públicas. Ante esto, tienes que aclarar, deben hacer sus descargos, no esperar que lo interpelen en el Parlamento. Yo creo que ahí no hay que dejarse”.
¿Este tipo de prensa refleja una posición ultra conservadora, ultra opositora?
“Ante este tipo de noticias, el ciudadano de a pie tiene tres reacciones: Un sector que cree lo que escucha y se expresa del gobierno. Es como una droga, toman conocimiento de esa verdad, porque es lo único que ven. El segundo sector, lo conforma el peruano que es muy desconfiado, incluso en sus relaciones interpersonales, sospecha del emisor y no le cree; y en el caso peruano, el impacto de las noticias de Lima es bastante bajo, lo asocian a los grupos de poder o simplemente lo rechazan. Y el tercer grupo, es el indiferente. Es el que muestra una suerte de desafección política porque todo lo que ven en los medios, es nulo.
Lo que creo es que esta prensa genera rechazo, por lo que el lector deja de consumir esta información, como similares titulares que ve todos los días. Esto genera una actitud permanente frente al país.
Frente a esta situación, han surgido nuevos medios que cumplen el rol de Prensa Alternativa ¿Cuál es su valor?
Es muy importante que existan muchos medios de comunicación. No me preocupa que haya muchos medios ultraconservadores, sino que solo sean estos. ¡Que haya más medios accesibles a la ciudadanía!
La prensa alternativa juega un rol importante porque da una idea diferente de la realidad, te permite ver otras fuentes que pueden pasar de los diez o veinte que circulan en el grupo de El Comercio, por ejemplo. ¿Por qué declara permanentemente el general Montoya? ¿Por qué no aparecen otros? O en el gobierno de PPK o Vizcarra, aparecían a diario Velásquez Quesquén y Jorge del Castillo, principalmente. Eso no es malo, pero sí lo es si solo opinan ellos. La opinión debe ser diversa. Es lo valioso.
Estos medios, como IDL radio, La Mula, Ojo Público, Convoca investigan pero no dependen de los dueños. En Noticias Ser, nosotros somos quienes recogemos la noticia en las regiones. La oferta debe existir, tiene que haber de algún lado.
Incluso, los grandes medios se han visto forzados a incluir analistas muy jóvenes, pero estos no hubieran aparecido sino estaban en los espacios de prensa alternativa, veo también analistas de regiones en RPP, por ejemplo. Hay momentos en que la prensa de señal abierta se abre a estas cosas, el programa de Jaime Chincha por ejemplo, es una isla en RPP. Las islas pueden existir, como fue Exitosa en un momento.
Y lo otro que ves, hay toda una legión de periodistas de los grandes medios que se han ganado un espacio. Josefina Towsend por ejemplo, está en La Mula, Rosa María Palacios se encuentra en Radio Santa Rosa de propiedad de los dominicos, César Hildebrandt quien se creó su propio medio que funciona con suscriptores, Gustavo Gorriti… la lista es larguísima. Han surgido con sus propios medios. La gente los sigue porque son serios, grandes periodistas, así sea que no comparten su posición, hacen periodismo de calidad” concluyó.
Fuente Foto: La Mula.