Formación política regional: El trabajo de base como estrategia para la participación popular
Sayonara Tamayo Arjona
Martes, Marzo 17, 2020
Foto: Archivo

Entre el 16 y el 20 de marzo se desarrollan en Bayamo y la sede del CMMLK en La Habana los Talleres de Formación Política Regionales para grupos de trabajo de las Redes que anima y acompaña el Centro Martin Luther King en todo el país.

Su objetivo fundamental es profundizar en el trabajo de base para seguir construyendo y ampliando un movimiento social organizado que acompañe al pueblo y las iglesias cubanas hacia una participación auténtica, activa y consciente en el proyecto socialista cubano. Para ello se parte de una ética emancipadora de inspiración cristiana, el compromiso rebelde y profético con el pueblo, la Revolución y el socialismo; con valores como la defensa de la vida plena para todas las personas, la inclusión, la no discriminación, el respeto a los derechos de la naturaleza, la solidaridad y la justicia social.

En ambos talleres participan cerca de sesenta militantes de la Red de Educadores y Educadoras Populares y la Red Ecuménica Fe por Cuba que, en su mayoría, desempeñan roles de coordinación, formación, acompañamiento a experiencias y comunicación popular en sus territorios.

Para realizar un trabajo de base transformador y efectivo en ámbitos como el poder popular, el trabajo comunitario, la educación superior, la economía popular y solidaria y el ecumenismo, es imprescindible partir de una lectura crítica del contexto local, nacional y regional. De la realidad cotidiana emergen los desafíos y las necesidades de acompañamiento para la transformación en los cerca de cincuenta territorios donde están presentes las Redes en todo el país. El crecimiento en Cuba de expresiones de fundamentalismo religioso, el conservadurismo y la despolitización son algunas de las emergencias a debate en estos talleres, donde la atención se centra, además, en la estrategia organizativa del movimiento para su actuación como sujeto de la sociedad civil.

El trabajo con las personas para su participación activa, crítica y consciente, desde valores emancipadores, es esencial en la materialización del modelo económico y social de desarrollo socialista cubano, cuya conceptualización fue debatida masivamente en todo el país y consensuada en el año 2017, como parte de un proceso de actualización del socialismo como horizonte y proyecto para la nación.

Las posibilidades para la participación popular y la actuación de sectores de la sociedad civil organizada afines al mismo, desbordan el contenido del proyecto y tienen una gran carga de autogestión, autorganización, gestión comunitaria y trabajo político de base, ante un escenario con cada vez más evidentes disputas de sentidos sobre el proyecto país.

Es allí, en el campo de la cultura y las relaciones sociales, donde se identifican las mayores contribuciones del movimiento en construcción que anima el Centro Martin Luther King, integrado por educadores populares y personas de diversas denominaciones cristianas procedentes de varios sectores de la sociedad. El trabajo de base que desarrollan en sus territorios tiene como referente principal la concepción ético-político-pedagógica de la educación popular, desde la cual la educación es siempre política.

El trabajo de base, entendido a su vez como estrategia organizativa, implica trabajo político, y viceversa. Esa relación es indispensable para la movilización popular organizada, la lucha y la transformación social donde el pueblo es el sujeto, el protagonista y el gestor principal en los procesos de cambio de su entorno, que a su vez han de ser facilitados eficazmente por los actores formales que intervienen como servidores públicos. Éste, además, es un vínculo que destierra la opresión como condición y signo en las relaciones, mientras apuesta por la horizontalidad, el diálogo y la corresponsabilidad.