Al principio surgieron tímidamente. Para complementar los empleos existentes y hacerse de un dinero extra decían. Era común escuchar este tipo de discurso. Te conectabas a un sitio web y de repente al poco tiempo, conseguías una manera de hacer algo de dinero adicional. El modelo de negocio se fue instalando hasta irrumpir escandalosamente en la escena con los primeros dilemas y conflictos de interés que surgieron.
Las plataformas web. Esa nueva manera de empleo por la que optan muchos, llegó para quedarse. Es indudable que vienen a resolver un problema muy costoso para las sociedades: lograr que la oferta y la demanda de bienes y servicios se encuentren de manera eficiente. Pero, ¿es necesario perder derechos y condiciones de trabajo por la eficiencia de mercado? ¿Son importantes y representativos estos empleos? ¿Cómo encararlos desde el sindicalismo? ¿Qué soluciones podemos proponer para que la tecnología y sus beneficios no vayan en detrimento de los derechos de los y las trabajadores?
Estas y otras cuestiones, serán abordadas a continuación.