En Bélgica, los pueblos cierran la Cumbre
Presidentes de América Latina dieron cierre a Cumbre de los Pueblos, que enfatizó solidaridad con la Revolución bolivariana
Alba TV
Viernes, Junio 12, 2015

La Cumbre de los Pueblos, desarrollada en Bélgica, cerró con la intervención de los mandatarios latinoamericanos, quienes expusieron la victoria de la soberanía y la autodeterminación de la patria grande en la Cumbre de la CELAC y la UE.

En Bélgica, los pueblos cierran la Cumbre

Como ocurre en múltiples eventos, el encuentro UE-Celac no halló mejor conclusión que la que pusieron activistas y políticos de izquierda en la Cumbre de los Pueblos. Díaz-Canel intervino

Juventud Rebelde - BRUSELAS, junio 11.— El pueblo y el Gobierno constitucional de Venezuela, encabezado por su líder legítimo, Nicolás Maduro, «defienden y consolidan una revolución que ya es de todos los latinoamericanos y caribeños: la revolución de Chávez, la revolución de América Latina», expresó este jueves el primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la jornada final de la Cumbre de los Pueblos.

En la reunión solidaria, que se desarrolló en la Basílica Nacional del Sagrado Corazón, Díaz-Canel afirmó que Venezuela «es un símbolo y por eso no está sola; tiene todo el apoyo de nuestra región, empeñada en preservar el ejemplo de su fundador y guía moral, el inolvidable comandante y presidente Hugo Chávez Frías, iniciador de este cambio de época», reporta AVN.

El primer vicepresidente cubano ratificó el apoyo a Venezuela, que ante ataques imperiales se ha mantenido firme y no ha doblegado su voluntad de continuar siendo libre y soberana. «Venezuela sabe que Cuba nunca le fallará», afirmó.

En la clausura de la Cumbre de los Pueblos, el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, quien encabezó la delegación de su país a la II Cumbre UE-Celac, exigió que se derogue la orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que se cataloga a Venezuela como una «amenaza», y denunció que en su país la burguesía emprende una feroz guerra económica en contra del pueblo, con el objetivo de socavar la estabilidad en la nación y, de esa forma, eliminar los logros sociales de la Revolución Bolivariana, que pone al pueblo por encima de los intereses capitalistas.

«No es nueva», dijo el vicepresidente en referencia al sabotaje económico y petrolero en 2001, preámbulo de incesantes planes de desestabilización de la derecha, que han tenido «sus altos y sus bajos», dependiendo de la coyuntura y de la situación, por ejemplo, los procesos electorales.

Desde 1999 se han realizado en Venezuela 19 elecciones, y en 18 de ellas la Revolución Bolivariana ha resultado victoriosa, recuerda AVN.

Rafael Correa, presidente de Ecuador y pro-témpore de la Celac, también participó en el cierre de la Cumbre de los Pueblos y llamó a consolidar la Patria Grande. Ya no tenemos tiempo que perder, afirmó ante alrededor de 1 500 personas.

El mandatario ecuatoriano comentó que el proceso de restablecimiento de relaciones entre EE.UU. y Cuba no es resultado de una iniciativa de Washington sino de años de lucha de los cubanos. Nadie puede apoyar ni defender el bloqueo estadounidense contra la Isla caribeña, y mucho menos la ocupación del territorio de Guantánamo, dijo.

Sobre la orden de Estados Unidos contra Venezuela, Correa dijo que es «absolutamente ilegal, pero además ridícula». El mandatario hizo énfasis en que la decisión del presidente norteamericano «no tiene pies ni cabeza, porque no existe en el ordenamiento internacional una sanción unilateral».

En la Cumbre de los Pueblos participaron más de 40 organizaciones sociales de las dos regiones, guiadas por el lema «Una alternativa al neoliberalismo en América Latina y Europa». Los asistentes debatieron sobre el poder de las transnacionales, la preservación de la paz y la solidaridad frente al intervencionismo norteamericano, el cuidado de la Madre Tierra y los efectos de los tratados de libre comercio, comenta PL.

La necesidad imperiosa de construir una sociedad nueva

El encuentro, efectuado a la par de la II Cumbre Celac-UE,contó en la clausura con las alocuciones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, del primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y del vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza

Granma - BRUSELAS.—La determinación de los la­ti­noamericanos, caribeños y europeos de lu­char por la construcción de un mundo mejor resultó este jueves unánime en la Cumbre de los Pueblos que tuvo lugar en la capital belga.

Más de 1 500 delegados representando a 341 organizaciones y movimientos sociales, provenientes de 43 naciones, participaron en un evento de conmovedora efervescencia re­volucionaria y manifestaciones de solidaridad hacia causas de gran nobleza, reportó PL.

Seguiremos luchando, oponiéndonos a todas las formas de discriminación, opresión, explotación, racismo, exclusión, injusticia social, al neoliberalismo y a las guerras imperialistas. Lucharemos por la igualdad, la democracia participativa y la justicia social, según la declaración final del evento, fruto de las conferencias y mesas de trabajo.

Manifestamos la necesidad imperiosa de construir una sociedad nueva con la solidaridad como principio fundamental para el de­sarrollo integral y soberano de nuestros pueblos, subrayaron.

En el documento quedó plasmado el apoyo a los mecanismos de integración que priorizan y refuerzan la autodeterminación y la soberanía, tales como la Alianza Boliva­ria­na para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Surameri­ca­nas (Unasur) y la Comunidad de Estados La­tinoamericanos y Caribeños (Celac).

Los mismos han fortalecido la unidad de la región y pueden ser una inspiración para una integración europea de nuevo tipo que enfatice el desarrollo económico, los derechos sociales y el bienestar, resaltó.

Los asistentes expresaron el respaldo a la proclamación de América Latina y el Caribe como zona de paz y libre de colonialismo. Rechazaron toda intervención injerencista por parte de Estados Unidos contra los gobiernos progresistas del área y exigieron el respeto a su soberanía nacional y autodetermi­nación.

También expresaron su apoyo incondicional a la Revolución bolivariana y al gobierno encabezado por el presidente Nicolás Ma­duro y repudiaron la injusta orden ejecutiva emitida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que apunta que Vene­zuela es un peligro para la seguridad norteamericana.

El respaldo al pueblo y la Revolución Cu­bana quedaron evidenciados en el evento. Los participantes saludaron el regreso a la isla de los cinco antiterroristas y exigieron el le­vantamiento total e inmediato del bloqueo genocida impuesto por el gobierno estadounidense, así como el cierre inmediato de la base naval de Guantánamo.

Otro aspecto defendido en la cita fue la oposición a la austeridad económica impuesta por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Interna­cional) en toda la Unión Europea (UE), especialmente contra el gobierno y el pueblo de Grecia.

También se condenó la persistente agresión israelí contra el pueblo palestino y se hizo un llamado a un acuerdo climático que tome en cuenta el derecho de todos a tener estándares de vida sustentables y dignos.

El encuentro, efectuado a la par de la II Cumbre Celac-UE, contó en la clausura con las alocuciones del presidente ecuatoriano, Ra­fael Correa, del primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y del vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza.

Durante la clausura, el presidente Rafael Correa afirmó que ya es hora de consolidar la Patria Grande. Ya no tenemos tiempo que perder, afirmó y recalcó que la unidad regional es una necesidad de supervivencia.

Juntos podemos lograr muchísimo, re­marcó el líder ecuatoriano, quien condenó cualquier forma de injerencia extranjera y de neocolonialismo en el subcontinente, y en ese sentido rechazó la orden ejecutiva emitida contra Venezuela.

En otro orden, también reiteró sus críticas a la Organización de Estados Americanos (OEA), y propuso que ese organismo sea reemplazado por la Celac.

Esa OEA para mí no tiene salvación, afirmó Correa, quien apuntó que esa institución con sede en Washington debe quedar para procesar las diferencias entre los países lati­noamericanos y caribeños y norteamérica.

Por su parte, Jorge Arreaza, exhortó a los participantes en la Cumbre de los Pueblos a difundir la verdad sobre su país. El funcionario recordó que el gobierno venezolano es blanco en el presente de una campaña de agresiones, la cual responde a intereses imperialistas representados fundamentalmente en sectores norteamericanos y europeos.

Comentó que es preciso conocer en Euro­pa la realidad de Venezuela y señaló la importancia de la cooperación entre medios alternativos y movimientos sociales para transmitir esa verdad a más personas. La derecha desató contra nuestro país una guerra económica feroz. Esa agresión es constante, pero la arrecian ante la cercanía de un proceso electoral, dijo.

También recrudeció esa guerra porque se propuso acabar con nuestra Revolución en menos de un año después de la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez (5 de marzo del 2013), agregó.

Sin embargo, ya llevamos más de dos años sacando adelante el proyecto de Chávez, y sumaremos décadas, prometió el vicepresidente venezolano.

POR LA INTEGRACIÓN Y LA SOBERANÍA

La paz y la soberanía, los tratados de libre comercio e integración fueron algunos de los temas analizados en esta cita que tenía como lema Construyendo alternativas.

En una de las mesas de trabajo, se debatió este jueves sobre la importancia de fortalecer la unidad, la integración y la solidaridad en América Latina y el Caribe. La necesidad de la unión de las fuerzas vivas y progresistas del continente y de ubicar al ser humano en el centro de la sociedad, fueron algunos de los planteamientos más defendidos en dicha mesa.

La edificación de la patria grande es la única puerta de salvación. Las leyes del mercado no pueden prevalecer sobre el bienestar de las poblaciones, expresó Aleida Guevara, hija del revolucionario Ernesto Che Guevara.

El historiador venezolano Juan Romero, se refirió a la necesidad de reforzar la postura antimperialista, la integración política efectiva y las nuevas formas de cooperación Sur-Sur, un objetivo apoyado por mecanismos de integración existentes en el área.

Representantes del Movimiento anticolonial X, surgido en Europa, afirmaron por su parte que no se puede hablar de integración sin hablar de los excluidos. A su juicio se trata de un concepto que tiene que ver con el intercambio a nivel económico, científico y polí­tico.

Obey Ament, del Partido Comunista Fran­cés, insistió en la importancia de desarrollar la solidaridad entre Europa y América Latina y el Caribe en ambos sentidos.

La paz, el respeto a la soberanía y un No al intervencionismo caracterizaron las discu­siones en otro de los paneles en la cita de los pueblos.

Los participantes en este apartado denunciaron el intervencionismo de la Organiza­ción del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un ente ofensivo que mantiene una cercana relación con Estados Unidos. Su postura belicista y el peligro que representa para los pueblos progresistas fueron rechazados en el encuentro al señalar que se ha convertido en el brazo armado de la UE.

Otro de los tópicos abordados fue la extracción de los recursos naturales y el hecho de que la descolonización tiene que pasar por la devolución de los mismos.

Al respecto, los asistentes hicieron referencia a procesos de nacionalización de esos recursos implementados en algunos países latinoamericanos como Bolivia.

Los intentos intervencionistas de Estados Unidos en América Latina resultaron un pun­to remarcado en la cita, en la cual se insistió en la necesidad de estar alertas y combatir las posturas injerencistas.

En ese sentido, el escritor colombiano Her­nando Calvo advirtió que con lo que suceda en Venezuela se está jugando el continente y los procesos de cambio que tienen lugar en él.

Cristóbal Amar, miembro de organizaciones sociales de Ecuador, subrayó que participan en el evento para respaldar al gobierno de la Revolución Ciudadana y denunciar el daño medioambiental que provocó la empresa petrolera estadounidense Chevron en su país.

Por su parte, Samuel Wanitsch, de la asociación Suiza-Cuba, manifestó que su presencia en la cita es “porque hay que vivir la solidaridad. He aprendido mucho con los países de América Latina y esta es una oportunidad para aprender cómo se lucha contra el monstruo capitalista”, finalizó.