El tablero político latinoamericano ha virado en los últimos años en reñidos procesos electorales, que, aunque lograron colocar gobiernos progresistas en países como Bolivia, Perú, Chile, Colombia y Brasil, dan cuenta de que los poderes económicos, las derechas y los neo conservadurismos se mantienen robustos en la región, condicionando los programas de las nuevas administraciones y hasta tensionando las alianzas electorales hacia el interior.