La política exterior de Brasil ha indicado un alineamiento casi exclusivo con sus pares de la extrema derecha mundial, comprometiendo seriamente el papel que antes había desempeñado la diplomacia brasileña en los asuntos internacionales.
El FMI incumplió con sus normas estatutarias, sea por el monto otorgado, superior a la cuota asignada en función al capital de la Argentina; como por la imposibilidad de realizar desembolsos ante la evidente fuga de capitales, facilitada por las autoridades y verificable en la cuenta de reservas internacionales del Banco Central. Por el lado argentino no se cumplió con el mandato constitucional que remite al Congreso Nacional para resolver lo atinente al endeudamiento, además del destino principal asociado al enriquecimiento de un núcleo concentrado de poder local y global.