Desmintiendo a Oppenheimer
Sebastián Paradelo Brigada de Comunicación ALBA-Telesur
Lunes, Febrero 13, 2017
Foto: Archivo

Esta semana en el diario estadounidense “El Nuevo Herald”, órgano en español de ese país, Andrés Oppenheimer escribió un artículo contra la revolución bolivariana. Con el nombre de “Papa Francisco. ¡Dé un paso atrás en Venezuela!” , intenta “hacer reflexionar” a uno de los mayores referentes políticos y sociales de millones de ciudadanos del mundo y hasta de los sectores concentrados, como bien este intelectual reconoce, sobre su papel en la mediación en el país caribeño.  Le pide a gritos “¡salga de Venezuela!”. Nosotros le pedimos lo mismo a él.
MENTIRA LA MENTIRA
“El Nuevo Herald” es uno de los diarios en español más importantes de EEUU, que durante décadas ha sido el portavoz de la derecha anticastrista internacional. Hoy, esa derecha, por decantación, es antichavista. En su portal, se reproducen cantidades de noticias que hablan de la ilegalidad de los procesos populares en la región. Con el adjetivo ultrausado hasta el cansancio, que las ubica como dictaduras.
Andrés Oppenheimer le pone voz a los intereses del capitalismo en los países que han decido poner un freno a tanta muerte que ofrece ese modelo de vida. Este periodista argentino e intelectual internacional, es columnista de El Miami Herald y tiene un programa en la CNN en español. Esta columna es replicada por los diarios más importantes del planeta: desde el Mundo en España, hasta La Nación y el Mercurio en Argentina y Chile, respectivamente. El sistema de medios global, funciona como una red, que reproduce infamias inventadas para desprestigiar a los procesos de cambio en América.
“El esfuerzo de mediación del Vaticano en Venezuela ha sido un desastre. Ha legitimado al gobernante autoritario de ese país, Nicolás Maduro, lanzándole un salvavidas cuando millones de manifestantes exigían su renuncia en las calles en octubre de 2016. Y le ha permitido a Maduro ganar tiempo, fortalecerse y reprimir aún más a la oposición”, escribe Oppenheimer en su columna.  Lo que no entiende la derecha que lo que un gobierno necesita para “fortalecerse” es un pueblo convencido y movilizado como lo está el chavismo, que ante el llamado a la “Toma de Venezuela” de sus voceros, responde con más movilización en defensa de la revolución.
Juan Grabois, referente en la Argentina de la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) y Consultor del Pontificio Concejo Justicia y Paz del Vaticano, siendo uno de los voceros de los movimientos sociales en la región con relación directa con Francisco, se refería a la nota de Oppenheimer en estos términos:  “Hay una contradicción entre el proyecto de vida que el papa expresa para los pueblos del mundo y el proyecto de muerte que representa el capitalismo globalizado, que personalizan intelectuales de estas características”. El ataque al papa es la reacción impotente del conservadurismo mundial ante las nuevas oportunidades que se abren en el mundo para nuestros pueblos.
El autor, también, hace referencia en su columna a la movilización llevada a cabo por la derecha en octubre del 2016. Esta tenía por objetivo el reclamo por la suspensión del proceso revocatorio contra Nicolás Maduro.  ¿Por qué la suspensión? El proceso de recolección de firmas llevado a cabo, estuvo plagado de irregularidades según denunció el PSUV. Según  el chavismo, más de 600.000 eran fraudulentas, 53.658 pertenecían a personas que no aparecían en el registro electoral, 3.000 eran de menores de edad y 1.335 correspondían a ciudadanos imputados por delitos graves que, por esa condición, estaban inhabilitados políticamente. La marcha tuvo su contramarcha, con millones de ciudadanos chavistas movilizados, y que puso a la luz, también, los conflictos internos en la coalición opositora.

EL INTERVENCIONISMO EN LA REGIÓN
Oppenheimer cita en varias oportunidades sus entrevistas con Luis Almagro, director de la OEA, viejo conocido por estos lados, donde no ha cesado en sus intentos de desestabilizar la revolución bolivariana. En octubre pasado, Almagro proponía enviar misiones y sanciones para Venezuela por supuestas violaciones contra el derecho democrático e incentivó a los países de la región a activar la Carta Democrática. Esta idea no fue apoyada por miembros de la OEA ni autoridades venezolanas, que lo veían como un intento injerencista en su país que sobrepasaba su soberanía como nación. El diálogo entre el gobierno y la oposición, con la intervención del Vaticano y la UNASUR- que según Oppenheimer defiende a “demagogos populistas”-, enoja a quienes no saben dialogar y se han acostumbrado a asesinar presidentes y derrocarlos durante todo el siglo pasado en América Latina.
“Lo lógico sería que Estados Unidos y los países latinoamericanos hagan implementar la Carta Democrática de la OEA, que permite sanciones diplomáticas colectivas contra países que violan el estado de derecho”, manifiesta Oppenheimer. La Carta Democrática Interamericana dice en su artículo 20 -el cual Almagro propone aplicar- que debe utilizarse en los casos de alteración del orden constitucional o que afecte la democracia. La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, manifestaba al respecto “este mecanismo revocatorio se activa cuando el pueblo lo decida, no cuando el señor Almagro lo decida. En Venezuela no hay ruptura del orden constitucional alguno” .
Oppenheimer dice que Maduro “ha aumentado el número total de presos políticos de 83 el año pasado a 108 hoy, según cifras del Foro Penal Venezolano”. Este organismo, como tantos otros que se reproducen por toda América Latina, son las ONGs encargadas de desestabilizar los procesos populares en el continente. Con una postura “ciudadanista”, son financiados por el capitalismo internacional. Como ejemplo de estos son la Usaid (la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), el IRI (el Instituto Republicano Internacional) y el NDI (Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales).
Además, según el portal venezolano Misión Verdad, “el Foro Penal Venezolano es financiado y fue amasada por Freedom House. Tiene un amplio prontuario de apoyo a los agentes de las guarimbas en 2014 y a los terroristas de las secuelas luego del fracaso. Esta ONG, que se maneja con un amplio pool de abogados, no sólo buscó sabotear el diálogo de paz entre sectores de la oposición y el Gobierno Bolivariano en 2014, sino que hasta la misma MUD no soportó retratarse más al lado de sus directivos: Alfredo Romero y Gonzalo Himiob” .
Cuando Oppenheimer habla de presos políticos refiriéndose a la situación particular de Leopoldo López, debería conocer el por qué de su situación penal. Fue acusado de participar e impulsar los delitos de incendio y daños que se ejecutaron en el plan de derrocamiento llamado “La Salida” contra el presidente Nicolás Maduro. López si está acusado de intentar romper el orden institucional- ¿Almagro y Oppenheimer pidieron usar el artículo 20 de la Carta Democrática?-. En síntesis, López está encarcelado por instigación a delinquir, intimidación pública y daños a la propiedad pública, hasta homicidio intencional calificado ejecutado por motivos fútiles e innobles.
Oppenheimer afirma “casi el 80 por ciento de los venezolanos se oponen a Maduro, según una reciente encuesta de Datanálisis”. ¿Qué es Datanálisis? Una encuestadora que dirige Luis Vicente León, un profesional liberal que es una de las caras visible del neoliberalismo en Venezuela. Desde distintos organismos no gubernamentales- como mencionamos antes a las ONGs- se encargan de desestabilizar al gobierno venezolano, en este caso, desde las estadísticas y su supuesta objetividad que dan los números.
La derecha internacional, en su desesperación, ataca a uno de los principales ejes contrahegemónicos mundiales, que afirma que el sistema mundial que rige la humanidad no tiene futuro. Hay que intentar algo distinto. Los procesos socialistas en la región, con sus problemas internos y externos, vienen a demostrar que ese otro mundo es posible.