La comunicación hegemónica en nuestra región se encuentra atravesada por el discurso del odio, la mentira, la difamación política, el oligopolio informativo, las amenazas al periodismo de investigación, la censura al pensamiento crítico y las intenciones neocoloniales de antiguos centros de poder que se niegan a aceptar la emancipación y la integración soberana en el contexto de un mundo multilateral