Con fecha 7 de Noviembre, la agencia Reuters difundió un comunicado del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, bajo el título “Desinformación encubierta del Kremlin en América Latina”.

En el texto dado a conocer se pretende involucrar a la agencia internacional de noticias con enfoque de Paz y No Violencia Pressenza y a otros medios independientes  en una supuesta campaña para “promover los intereses estratégicos de Rusia en la región a expensas de otros países, cooptando abierta y encubiertamente a los medios de comunicación locales y a personas influyentes para difundir desinformación y propaganda”.

El objetivo de dicha campaña, según la nota, sería “blanquear su propaganda y desinformación a través de los medios de comunicación locales de una manera que resulte orgánica para el público latinoamericano, con el fin de socavar el apoyo a Ucrania y propagar un sentimiento antiestadounidense y anti-OTAN“.

Ante este abierto ataque a la libertad de expresión y de prensa, nuestra agencia manifiesta:

  • Que no mantenemos ningún contacto orgánico con el gobierno de Rusia, ni con ninguna de las dependencias señaladas en el comunicado.
  • Que denunciamos la falsedad absoluta de un supuesto financiamiento por parte del gobierno ruso o de entidades dependientes de él. Pressenza, a fin de mantener un periodismo independiente, es una agencia que se financia a través de pequeños aportes individuales y se sostiene gracias al trabajo generoso y voluntario de cientos de periodistas y colaboradores que defienden la necesidad de expandir un periodismo de Paz y No Violencia.
  • Que nuestra agencia, surgida en el marco de la Primera Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia en el año 2009, lejos de abonar o justificar el accionar bélico o los intereses de poder de alguna potencia en particular, ha promovido permanentemente con coherencia y consistencia la necesidad de paz, el desarme, la resolución no violenta de los conflictos y la desnuclearización..
  • Que se pretende confundir a la opinión pública con la afirmación de que nuestros editores o redactores utilizarían “alias para ocultar su verdadera identidad y garantizar que la información se blanquea de forma que resulte orgánica para el público al que va dirigida.” Todos nuestros editores y redactores aparecen con sus respectivos nombres en el sitio web de Pressenza y, como es de rigor en el ámbito periodístico, cuidamos en especial de ello en el caso de notas de opinión, salvo en el caso en que la seguridad personal del periodista esté comprometida.
  • Que es una mentira lisa y llana que Pressenza participe de una campaña antiestadounidense publicando contenidos organizados por estamentos oficiales rusos para penetrar la “esfera informativa de Occidente”, que por otra parte consideramos poco plural al estar controlada por unas pocas empresas monopólicas con discursos similares.
  • Que más allá de toda consideración de carácter conspirativo en relación a la difusión de contenidos para “debilitar a Ucrania y propagar sentimientos antiestadounidenses y contrarios a la OTAN”, nuestra agencia, por su propia razón de ser, considera obsoleta y perjudicial a la OTAN y se opone a la constitución y acción de todo bloque militarista, como así también de toda acción que tenga como objetivo la interferencia en el legítimo anhelo de autodeterminación de cada uno de los pueblos del mundo.
  • Que condenamos la alusión a la participación del periodista y asiduo colaborador de Pressenza Oleg Yasinsky en un “grupo de actores de influencia maligna”, lenguaje impropio que pretende asociarlo con oscuras intenciones. Oleg ejerce desde hace mucho años un periodismo íntegro comprometido con causas humanistas.
  • Que Pressenza deplora la actitud del Departamento de Estado, que intenta con este tipo de comunicaciones mancillar el buen nombre y la ética profesional de quienes mantenemos una actitud crítica frente a todo intento de vulnerar la libre expresión y la posibilidad de la opinión pública de acceder a distintas ópticas, alternas al relato que continúa alimentando la violencia y la venganza como vías a seguir por la humanidad.
  • Que este tipo de acciones, enroladas en lógicas de guerra comunicacional, no hacen nada por contribuir a un mundo que deje atrás las pretensiones de dominación de unas naciones por otras o de unos seres humanos por otros, cualesquiera sea su condición o pertenencia cultural.
  • Que instamos al Departamento de Estado y a las instancias concernidas a rectificar los términos del comunicado. Consideramos que es tiempo de realizar un aporte verdadero a la pacificación del planeta, al cese de los conflictos bélicos y el armamentismo, a la desmovilización de contingentes armados, abandonando la idea de hegemonía y excepcionalismo y abrazando los valores humanistas que impregnaron los mejores momentos de la historia de los Estados Unidos.